El mar me salvó la vida y me hizo campeona

Soy Ana María Carrasco, hija de inmigrantes madrileños. Nací en Caracas, Venezuela, el 5 de julio de 1963, con graves problemas respiratorios. A los dos meses tuve tosferina con espasmos en los bronquios y estuve al borde de la muerte. Mis padres pasaron largas noches en vela, angustiados porque no podía respirar y me ahogaba constantemente. Fue mi pediatra quien recomendó a mis padres tener una vida cercana al mar para mejorar mis síntomas; así que comenzamos a pasar los fines de semana en un apartamento frente al mar, en Laguna Beach, La Guaira, una población pequeña y tranquila.

Después de siete u ocho meses luchando por sobrevivir, empecé a mejorar y, poco a poco, me recuperé totalmente. Ahí comenzó mi amor y agradecimiento al mar. ¡Al mar le debo la vida! 

Pero eso no es todo, en Laguna Beach, mis padres tuvieron la fortuna de conocer a los Stähle, un matrimonio holandés, cuyas hijas eran campeonas europeas de esquí acuático. Su entrenador era su propio padre, quien también había sido campeón en su país. Mis padres hicieron una gran amistad con la familia, por lo que pasábamos mucho tiempo con ellos. Mis hermanas comenzaron a practicar el esquí con sus hijas y la conexión con este hermoso deporte fue inevitable.

Así comenzaba la dinastía de campeonas de las Hermanas Carrasco y la vida de Ana María Carrasco en el mar.

Esquiar se volvió una rutina familiar, estar en el mar era nuestra vida. Mis hermanas: María Victoria y María Esperanza, alcanzaron un gran nivel esquiando. Con la constancia revolucionaron la especialidad de figuras, donde se deben ejecutar tantos trucos como sean posibles durante veinte segundos. Fueron tambén pioneras con la cuerda en el pie. Juntas dominaron el podio de los campeonatos mundiales durante los años 70s. Mi hermana mayor rompió varios récords mundiales y, por primera vez en la historia del esquí acuático, una mujer logró más puntos que un hombre.

Yo… yo era la pequeña de la casa. Ya en Higuerote, Estado de Miranda. En una casa flotante que adquirió mi papá en paraíso con hermosas playas silvestres, habitado por una gran comunidad de europeos.

A los dos años de edad, Inspirada por mis hermanas, que “esquiaban como diosas”, me inicié en el esquí naútico en un mar cálido y tan transparente que recuerdo poder ver caballitos de mar.

Diez años después de mis hermanas, en los años 80s, alcancé mi sueño de ser campeona. Fui Campeona Mundial de Figuras y Combinado, y varias veces récord mundial de figuras. Gané los torneos más importantes del esquí acuático: el US Master, el Australian Master, el Master de España, los Juegos Panamericanos, los Juegos Latinoamericanos, el World Games, entre otros. Además, durante 4 años consecutivos, figuré en el Dream Team Mundial y pertenezco al Hall de la Fama de Venezuela y al World Water Esqui Hall of Fame.

Sobreviví y fui campeona mundial gracias al mar. He vivido mi vida montada sobre él, deleitándome con su imponente y maravillosa belleza.

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